Huelga de Hambre
La Huelga de Hambre de nuestros hermanos mapuches es un acto, moralmente aceptable y consecuente. Un pueblo que ha sido históricamente sometido a usurpaciones, robos, miseria, apaleos, allanamientos, muertes, violaciones y otras lacras de nuestra cultura chileno-cristiana, merece y tiene el legítimo deber de usar todas las formas de lucha. Esta Huelga es un acto supremo de dignidad, de profundo sentimiento por la vida y su pueblo. Cuando un pueblo ha sido sometido a tanta barbarie y opresión, tiene la libertad de elegir las formas de lucha que libremente decida, sin consultar a los Inquisidores modernos que seguramente esgrimirán sus caducos argumentos sobre el valor de la vida. Esta Huelga merece todo nuestro respeto, apoyo y solidaridad total y definitiva. En esta titánica lucha de nuestros hermanos mapuches, solo cabe una actitud de apoyo y compromiso con su causa, que es la nuestra por sangre y descendencia. Que los moralistas abran sus libros, que algunos oradores intenten minimizar los hechos, pero la verdad es una y absoluta: el pueblo mapuche tiene el deber de asumir todas las formas de lucha, le guste o no a los winkas que se golpean el pecho cada domingo en algún templo. Nuestros hermanos no están solos, somos miles los winkas que los apoyamos y estamos con ellos cada día.
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