«Cada vez que el saber avanza comprendemos por qué nunca comprenderemos todo».
Claude Lévy-Strauss
Claude Lévi-Straus acaba de morir tal como los robles centenarios. Nacido en Bruselas de padres franceses, ha sido sin duda uno de los antropólogos más influyentes de nuestro tiempo. « No soy un hombre del siglo XX », le complacía decir, haciendo alusión a su inveterado pesimismo sobre la capacidad de la sociedad actual para respetar los cada vez menos vestigios del pasado de la humanidad.
Filósofo de formación, inició los estudios de etnología en Nueva York donde se había radicado en 1941, huyendo de Francia ocupada por la Wehrmacht. Poco antes, en 1932, había sido candidato a un cargo municipal bajo emblema socialista, « Durante mi época de estudiante de sociología en La Sorbona y gracias a algunos camaradas más despiertos que yo, empecé a leer a Karl Marx y Engels.
CLS fue uno de los primeros en reflexionar acerca de los estragos que el hombre ocasionaba a la Naturaleza, fue un precursor de la ecología. Al irse de Brasil confesará con tristeza que dejaba a los Caduveo y a los Bororo, sabiendo que su existencia en tanto sociedades estaba condenada por la llegada de la « civilización ».
Como dijimos al inicio, no se sentía bien viviendo en esta época. Época de dólares, traders y colmillos afilados, una época en que lo sagrado -el aspecto más importante en los pueblos « primitivos » y al que consagraban gran parte de su tiempo los « salvajes » observados por CLS- ha cedido el paso al Dios dinero. « El único sentimiento sagrado que tengo está ligado a la contemplación maravillada de una planta o de un animal. Por lo tanto, todo lo que amenaza su vidas me hace sufrir… En otros períodos históricos -siglos XVII y XVIII- también hubo progreso del conocimiento humano que no conllevaron una degradación planetaria como hoy en día. En consecuencia, dos elementos, el desarrollo de las ciencias y el saqueo del planeta no parecen obligatoriamente ligados.»
CLS había manifestado desde hacía años su preocupación por la explosión demográfica verificada durante el siglo XX, a la que consideraba como un factor altamente conflictivo : « Creo que el umbral que puede soportar nuestro planeta ya ha sido sobrepasado…Fue un lujo increíble para la humanidad y una suerte inaudita para todas las formas de vida, cuando sólo dos o tres mil millones de individuos vivían en nuestro planta. Dicho lujo está hoy en día lejos de nuestro alcance. »
Ante el reproche que se le hizo muchas veces de ignorar la historia, CLS respondía que ello era falso, que simplemente se inclinaba ante ella, como algo con lo cual resultaba imperioso contar.
Reticente a aceptar que sus trabajos o palabras sirvieran como base de proposiciones filosóficas o morales, admitía sin embargo que en algunos libros se había « laissé aller » (dejado ir) y había indicado hacia qué plano filosófico podrían conducir reflexiones elaboradas, en principio, con otros objetivos y para otros campos.
« Considero que dichas líneas filosóficas son lo peor que he escrito durante mis cincuenta años de trabajo. De mis raras escapadas hacia el ámbito de la filosofía, podría decir como Montaigne : ‘No sería tan osado al hablar así si supiera que alguien me creyese’ ».
Buen Viaje Maestro..
fuente:piensachile.com