"La Agencia Aeronáutica y Espacial estadounidense (NASA) espera impaciente: tras casi diez meses y unos 680 millones de kilómetros recorridos en el universo, la sonda de Marte "Phoenix" emprenderá en la media noche del domingo la peligrosa maniobra de aterrizaje en el planeta rojo. En torno a las 11:53 horas (GMT), la cápsula de aterrizaje tocará tierra en el pequeño planeta vecino.
Su misión: buscar rastros de vida en el helado polo norte marciano. Sin embargo, antes de que esto ocurra, los nervios están a flor de piel. "No va a ser ningún paseo", señala el manager de la NASA Ed Weiler. "Instalar de forma segura una sonda en Marte es complicado y arriesgado". El terreno es hostil; sólo cinco de los cerca de una docena de intentos internacionales se han saldado con éxito. Eso sí, todos esos éxitos fueron cosechados por la NASA.
En el centro de control de la Tierra cruzan los dedos antes del vuelo de aproximación. El módulo de aterrizaje, de 410 kilogramos, entrará a una velocidad de 20.000 kilómetros por hora en la atmósfera del planeta rojo y después emprenderá una serie de difíciles maniobras, reduciendo la velocidad a menos de 10 kilómetros por hora, para finalmente aterrizar de forma suave sobre la superficie de Marte.
El siguiente escollo llega inmediatamente después. Los expertos temen sobre todo que la cápsula de aterrizaje, de metro y medio de ancho, no pueda desplegar sus redondas alas solares debido a las rocas. Para evitarlo, la zona de aterrizaje fue fotografiada cuidadosamente. Durante la noche del lunes, la sonda europea "Mars Express" observará la complicada maniobra desde una distancia de 300 kilómetros. "Si algo falla, al menos queremos aprender de ello", dijo el director de misiones interplanetarias del centro de control del Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESO)
Imagen y texto extractados de www.latercera.com