EL HOMBRE DE LA BICICLETA
El viernes recién pasado, un grupo de amigos celebramos el cumpleaños 60 del Diácono Guido Goossens en la Casa de Ejercicios Regina Pacis. Nos juntamos los amigos de toda una vida, los que hemos compartido con él innumerables experiencias de vida y de fe. Celebramos a un hombre simple, profundo, carismático y transparente. Servidor cotidiano de aquellos marginados por la historia, Su vida entera dedicada a un apostolado con los humildes, los cesantes los enfermos, los privados de libertad, los jóvenes, la familia. Apareció en nuestras vidas allá por el otoño de 1975, en los días oscuros de la Patria, para enseñarnos el valor supremo de la vida humana, para entablar la unidad en torno a un Evangelio consecuente, para aunar voluntades en la lucha por derechos pisoteados. Siempre por nuestras calles y poblaciones en una bicicleta destartalada, con los fierros casi cayéndose, con frío, con lluvia o sol abrasador, lo vemos sirviendo sin claudicaciones. Celebramos 60 años de un hombre eternamente joven, que cada mañana nos invita a vivir la vida con esperanza y optimismo. Con él hemos construido nuestras vidas en la simpleza, la plenitud, la esperanza y sobretodo en un amor profundo hacia el Padre Creador. Un hombre sin reloj, con tiempo para todo y para todos, con total negación de su vida personal, puesta al servicio total y definitivo de Aquel que un día lo invitó a la vida consagrada y le regaló un pasaje para este hermoso Chile. Celebramos 60 años de un hombre en bicicleta que recorre calles y pasajes, que nos habla cotidianamente, que nos alegra con su eterna vocación por la vida y ese es nuestro mejor regalo, tenerlo como amigo y hermano desde hace tantos años. Feliz Cumpleaños para un hombre de 60 años que cada día nos da una hermosa lección de juventud, esfuerzo, vitalidad y especialmente de amistad y testimonio de fe. Como diría algún tango” que 60 años no es nada”….Felicidades al Hombre de la Bicicleta
