Dauno Tótoro,Escritor y Documentalista nos entrega la siguiente reflexión...
De eso quiero hablar: conocí a
Sé de lo que estoy hablando.
"Mucho antes de que la niña del jarro de agua naciera, en aquel ahora lejano 1986, fui expulsado de
carrera, el Consejo de Rectores, por recomendación del por entonces mandamás de
Se armó tremendo escándalo pues este “peligro para la convivencia académica” era dirigente de
Fue entonces que entró al baile la señora Mónica Jiménez, en aquella época Presidenta de
Haciendo demostración de su “espíritu democrático y profundas convicciones católicas”, propuso al rector solucionar el entuerto mediante el diálogo. Fui citado a la oficina de Vial Correa, donde Mónica Jiménez, nuestra actual Ministra de Educación, me brindó una clase magistral de conceptos democráticos y del significado profundo del arrepentimiento cristiano. Dijo la señora Jiménez que le recordaba enormemente a su padre cuando este tenía mi edad, “igual de vehemente, de apasionado, de arriesgado en la defensa de sus erróneos principios políticos –su padre, me explicó ella, era militante de la ultraderecha de sus días”.
Luego se extendió en una larga arenga en torno a un único concepto: a
Soborno, incitación a la traición, cohecho, amedrentamiento. Esos son los principios profundamente democráticos que barajaba la señora Jiménez, la misma que hoy se reúne con los estudiantes secundarios y los profesores en jornadas de “encuentros participativos en educación”. Aquella tarde de 1986 no encontré en esa oficina ningún jarro de agua a la mano. Sólo pude mirarla con lástima y desprecio, lanzarle una carcajada al rostro y salir de ahí con un portazo, cerrando para siempre cualquier posibilidad de convertirme en un profesional universitario, pero más convencido que nunca de todos aquellos principios de los que la señora Jiménez me intentó hacer abjurar."
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