Dios Salve a la Reina
La Reina de la Canción nos arrulló de emociones la noche del 31 de Julio en el TRM, con sus canciones, su humor, su profesionalismo y su simpatía a raudales. Vimos en escena a una artista completa, con una capacidad vocal sorprendente después de casi medio siglo cantando. Un interminable repertorio de canciones coreadas en forma cariñosa por el público, una escenografía sencilla, luminosa, al servicio de la protagonista. Pudimos apreciar la leyenda viva, a la verdadera Reina de nuestra Música, con años de experiencia, con calidad escénica, con una maravillosa comunicación con su público. Una noche plagada de emociones, sentimientos, recuerdos de amores presentes o acabados, pero lo realmente importante estaba en el escenario con una voz que colmó todos los espacios del TRM. Palmenia, la eterna reina del cantar, la musa inspiradora de romances y susurros al oído. Muchos de los presentes seguramente se enamoraron con las canciones de Palmenia, que tocan las fibras más íntimas de los sentimientos .La noche fría se convirtió en una hoguera de aplausos, canciones, y toda la magia que solo una triunfadora nos puede ofrecer. Una presentación majestuosa, con el amor rondando entre las butacas y con más de alguna lágrima que rodó silenciosamente. Nos visitó la Reina y nos dio una clase magistral de talento...…Dios Salve a la Reina…
La Reina de la Canción nos arrulló de emociones la noche del 31 de Julio en el TRM, con sus canciones, su humor, su profesionalismo y su simpatía a raudales. Vimos en escena a una artista completa, con una capacidad vocal sorprendente después de casi medio siglo cantando. Un interminable repertorio de canciones coreadas en forma cariñosa por el público, una escenografía sencilla, luminosa, al servicio de la protagonista. Pudimos apreciar la leyenda viva, a la verdadera Reina de nuestra Música, con años de experiencia, con calidad escénica, con una maravillosa comunicación con su público. Una noche plagada de emociones, sentimientos, recuerdos de amores presentes o acabados, pero lo realmente importante estaba en el escenario con una voz que colmó todos los espacios del TRM. Palmenia, la eterna reina del cantar, la musa inspiradora de romances y susurros al oído. Muchos de los presentes seguramente se enamoraron con las canciones de Palmenia, que tocan las fibras más íntimas de los sentimientos .La noche fría se convirtió en una hoguera de aplausos, canciones, y toda la magia que solo una triunfadora nos puede ofrecer. Una presentación majestuosa, con el amor rondando entre las butacas y con más de alguna lágrima que rodó silenciosamente. Nos visitó la Reina y nos dio una clase magistral de talento...…Dios Salve a la Reina…
artículo escrito para www.elamaule.cl
No hay comentarios.:
Publicar un comentario