Facundo Cabral, ese excelente cantautor argentino siempre en sus presentaciones cuenta entretenidas historias, aquí va una de ellas…Dios tomó forma de mendigo, bajó a la tierra y entró donde un humilde zapatero y se entabló este diálogo…
Dios: Hermano, voy de paso por este pueblo y mis sandalias están rotas. Tú podrías darme una mano?
Zapatero: Estoy cansado de que todos vengan a pedirme favores y no dar nada a cambio.
Dios: Yo te puedo dar lo que me pidas por el arreglo de mis sandalias. Pídeme lo que quieres. Te puedo dar diez millones de dólares por tus pies
Zapatero: Y para que quiero yo diez millones de dólares si no podré caminar solo.
Dios: Entonces te doy cien millones de dólares por tus manos
Zapatero: Y para que quiero yo cien millones de dólares si no podré comer solo, ni trabajar ni acariciar a mis hijos
Dios: Te ofrezco mil millones de dólares por tus ojos
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Zapatero: Para que quiero yo mil millones de dólares por mis ojos, sino podré ver a mis hijos, a mi esposa, a mis amigos, a mis vecinos
Dios: Ah Hermano…Hermano…que fortuna tienes y no te habías dado cuenta
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