HERMANOS MAPUCHES

lunes, mayo 28, 2007

CALIDAD DE LA EDUCACION

Se ha hecho común la reflexión acerca de los problemas de le educación y su pésima calidad.Opinan políticos,religiosos,alumnos,profesores y todos parecen tener la receta exacta.Pero cual es una de las verdades no analizadas en profundidad? Aquí va una de ellas...

El 10% de quienes dictan Clases en los Colegios nunca estudió Pedagogía

En un reciente informe, la OCDE alertó a Chile sobre la alta proporción de maestros sin formación profesional y que se encuentra haciendo clases. Según la organización, esto podría afectar el intento del país de alcanzar una educación de calidad.

De los 14 mil profesores autorizados que ejercen hoy, ocho mil no tienen formación profesional y poco más de seis mil, la tienen en un área distinta de la pedagogía.
Que más de 14 mil docentes en Chile no hayan cursado nunca la carrera de Pedagogía es un dato no menor a la hora de analizar los problemas de calidad en la enseñanza escolar. Porque, definitivamente, la formación inicial de los maestros se está volviendo un factor cada vez más gravitante para lograr que los resultados académicos de los niños chilenos alcancen los estándares internacionales.De hecho, la OCDE alertó a Chile sobre este punto en un informe elaborado sobre la situación de los docentes en el país: "Se necesita ejercer mayor vigilancia con respecto a la categoría de profesores autorizados, que constituyen una alta proporción de la fuerza docente. Siendo la calidad uno de los objetivos principales de la política nacional, la categoría de profesores autorizados puede afectar este criterio", señala el documento.En efecto, según cifras del ministerio de Educación, los llamados "profesores autorizados" alcanzan al 10% del total de maestros en el país. Es decir, una de cada 10 personas que imparten clases en los colegios chilenos nunca cursó la carrera de pedagogía.
Según explica Carmen Sotomayor, del Programa de investigación en Educación de la Universidad de Chile, se trata de una modalidad que se arrastra desde la etapa fundacional del sistema escolar, cuando los profesores titulados eran escasos y la población de alumnos mucho mayor. A fines del siglo XIX se llamaban profesores "interinos" y correspondían a profesionales especializados (ingenieros, médicos, abogados). En ese período se establecieron regulaciones en las cuales, después de un tiempo de ejercicio, estos maestros se presentaban a exámenes y podían obtener un cargo estable como docentes."Sin embargo, la figura del profesor autorizado fue mucho más masiva e importante bajo los gobiernos de Frei y Allende por la amplia extensión de la matrícula que se dio en esos años", explica Sotomayor.
Y fue ahí también cuando comenzaron a ingresar al sistema escolar personas que no contaban con un título profesional, como monitores, técnicos o inspectores de colegio. Lo que continúa hasta hoy. De hecho, de los 14 mil profesores autorizados que ejercen actualmente, más de ocho mil no cuentan con formación profesional y poco más de seis mil, la tienen en un área distinta de la pedagogía. "La habilitación de estos profesores no se produce por un tema de mala fe, sino de necesidad, ante la escasez en ciertos sectores de aprendizaje o áreas geográficas. Pero hoy han cambiado las exigencias y las necesidades para los docentes", comenta Abelardo Castro, decano de Educación de la U. de Concepción.

La práctica no basta:
Para la decana de Educación de la Universidad Católica, Erika Himmel, si bien este tipo de profesores cumple un rol importante ante la falta de profesionales que cubran los cupos, tienen carencias importantes que pueden afectar la calidad de su enseñanza.Porque, según dice, la sola práctica no basta para alcanzar los estándares que se necesitan hoy en día. "Es imprescindible que una persona que dicta clases también se haya formado en la reflexión teórica", agrega. Explica que estos maestros no cuentan con los conocimientos necesarios sobre las distintas etapas de desarrollo del menor, tampoco han recibido entrenamiento en cómo manejar grupos y menos en cómo mediar el aprendizaje o la didáctica.
Además, la existencia de este tipo de profesores no hace más que agudizar una característica difícil de manejar en el profesorado: su heterogeneidad. "Actualmente, subsisten los antiguos normalistas que enseñan de primero a sexto básico, profesores universitarios básicos que hacen clases hasta octavo, los profesores autorizados y los que se forman en programas express. Es decir, es un mosaico lo que tiene la enseñanza básica en nuestro país", comenta el decano de la U. de Concepción.

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